A éste jabón quise aportarle las propiedades de las frutas cotidianas que tomamos habitualmente, por eso sustituí el agua por zumos de frutas naturales licuadas, lo hice en dos partes, en una de ellas, sustituí el agua por zumo de naranja y en la otra parte la sustituí por zumo de kiwi y limón.
Los zumos de frutas son una manera natural de depurar, nutrir, hidratar y mejoran notablemente la piel, tanto los cítricos como el kiwi, son potentes limpiadores de la piel le confieren elasticidad y combaten el deterioro, ya que son ricos en vitamina C y gracias a ella estimulan la cicatrización de heridas y la producción de colágeno.
Los aceites que lo componen como no son también de frutas, aceite de oliva, aceite de coco, aceite de pepita de uva y aceite de aguacate.
El aceite de pepita de uva es un buen aliado para mantener tu piel suave y sin arrugas. Por su alto contenido en antioxidantes, vitaminas C, D, E y beta caroteno, fortalecen la piel y le dan más elasticidad disminuyendo así la formación de arrugas. Como es un aceite que es absorbido rápidamente es apto para cualquier tipo de piel.
Su alto contenido en ácido linoléico hace que sea bueno para combatir el acné, humectar la piel y combatir las arrugas. Otro beneficio del aceite de semilla de uva es que tiene propiedades regeneradoras por lo que se puede usar para tratar las quemaduras de sol.
El aceite de aguacate por su parte es rico en aceite natural, contiene proteínas y vitaminas , tiene gran capacidad de penetrar y mantenerse en las capas de la piel por lo que lo hace especialmente eficaz para las cremas nutritivas y es apto para todo tipo de pieles.
Se parece en su composición a la grasa de la piel, y por ello es muy utilizado para el cuidado de la piel seca, escamosa y en vía de envejecimiento. Muy completo en vitaminas A, B, C, D, E, H, K, PP, actúa contra el envejecimiento.
Constituido de 2 a 10% de ácidos grasos insaponificables, el aceite de aguacate tiene poder regenerante y reestructurante de la epidermis y además estimula el cuero cabelludo, con lo que protege y repara los cabellos secos y muy secos.
Además de estos aceites enriquecí la composición a base de oleatos, para la parte que contiene el zumo de naranja opté por un oleato de naranja también que junto con el zumo son los encargados de darle ese color naraja/amarillento, para la otra parte del jabón que contiene zumo de kiwi y limón quería que cogiera un color verde, por ello le añadí oleato de romero, pero en esta ocasión no se quedo muy verde que digamos, al principio parecía que sí, pero como no le añadí ningún colorante pues el mismo optó por quedarse de este color.
De las propiedades del oleato de romero decir que, es valorado por sus propiedades revigorizantes, es usado como tonificante y reafirmante del tejido cutáneo. Su naturaleza astringente y antiséptica estimula los procesos metabólicos en la capa dérmica de la piel. Actúa como un estimulante a los folículos capilares y la circulación en el cuero cabelludo y puede ayudar a combatir la calvicie prematura. El romero es conocido por ser beneficioso en casos de acné, dermatitis y eczema.
Los aromas que añadí al jabón son el aceite esencial de naranja, eucalipto y citronella, lo que lo hace un jabón ideal para la primavera gracias a las propiedades que le confiere la citronella, ya que es un buen repelente de insectos, ahora que empiezan a surgir los incómodos mosquitos.
Al final no ha quedado muy llamativo de color, ya que es todo natural, pero tiene bastante aroma y por las propiedades que tiene lo veo un buen jabón para ésta época primaveral.
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